Desde el descubrimiento de las pinturas de Altamira -en 1879- hasta la actualidad, se han sucedido los hallazgos de cuevas decoradas en más de 70 casos.
La amplia horquilla temporal, la diversidad de temas, técnicas y estilos, su excelente estado de conservación y la sensibilidad artística patente en los diversos conjuntos rupestres, hacen de Cantabria un espacio único para conocer este arte primigenio, integrado en el espacio natural donde fue concebido como testimonio excepcional de la historia de la Humanidad, vinculado con la cultura y el desarrollo mental, simbólico y social del hombre.
Arte primigenio resume en diecinueve fotografías el origen, la evolución y el posible significado de este Patrimonio universal, único e irrepetible, tomando como ejemplo las diez cuevas en Cantabria, declaradas Patrimonio Mundial por UNESCO: Altamira (en 1985), Chufín, El Pendo, El Castillo, Las Chimeneas, La Pasiega, Las Monedas, Hornos de la Peña, La Garma y Covalanas (estas últimas en 2008).
Foto: Miguel A. de Arriba Cuadrado
Texto: Daniel Garrido Pimentel
1. Cueva: La Pasiega. Sector C (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Musteriense. 65.000 años (U-th)
Técnica: Dibujo a lápiz
Pigmento: Óxido de hierro
Motivo: Signo escaleriforme
Descripción: Situado a escasos metros de una antigua entrada natural, hoy colapsada –lo que ha permitido su conservación-, se dibujó un signo rectangular, subdividido en tres espacios, mediante dos líneas transversales y paralelas entre sí. La datación de una pequeña costra formada sobre la línea del rectángulo en -al menos- 65.000 años, amplió el origen del arte en 25.000 años más de lo que hasta el momento se tenía constancia, habiéndose asignado a poblaciones de Neandertales que habitaron Europa, con anterioridad al Sapiens. El dato ha sido objeto de discusión entre investigadores.
En torno al signo y en un momento posterior, se representaron distintos temas, ampliando la composición inicial del dibujo como: las líneas de puntos, paralelas entre sí, y de recorrido sinuoso que bordean el margen superior izquierdo del escaleriforme; o los cuartos traseros de un bóvido, orientado hacia la derecha y situado en la parte superior del signo. La parte delantera del animal se dibujó en la parte inferior y está orientado hacia la izquierda.
2. Cueva: El Castillo. (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Auriñaciense. Al menos 37.000 años (U-th)
Técnica: Proyección de pintura mediante soplado por Venturi.
Pigmento: Óxido de hierro
Motivo: Mano en negativo
Descripción: La representación de la mano rompe con la frontera de la muerte, dejando constancia hasta la actualidad de la persona que la realizó. En este caso, la longitud de los dedos respecto a la palma, sugieren que el negativo fue pintado apoyando el dorso de la mano. La técnica Venturi consiste en pulverizar colorante líquido introducido por el extremo inferior de un tubo, y proyectando aire a presión por el otro extremo, directamente con la boca o indirectamente desde un segundo tubo. En El Castillo se han documentado 78 manos en negativo, siendo ésta la segunda cavidad en Europa con mayor número de representaciones de este tipo. En ella predomina la mano izquierda sobre la derecha y, en su mayoría pertenecen a mujeres. Es un arte colectivo, en donde podían participar, al menos, dos personas: quien la representa y quien deja su impronta. La agrupación de manos en espacios abiertos o, aislados y ocultos en áreas de paso o apartadas, hacen de la mano un tema que puede situarse entre lo público y lo privado.
3. Cueva: El Castillo. Panel de las Manos (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Gravetiense. Entre al menos 27.000 – 24.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Dibujo a lápiz
Pigmento: Limonita
Motivo: Bisonte
Descripción: En la imagen se reconoce la línea cérvico dorsal, la cola, el cuarto trasero, la línea del vientre, el cuerno y la oreja. La extremidad superior y parte de la cabeza se conservan alteradas por la filtración de agua, llegándose a entrever una segunda cabeza que recuerda el movimiento natural de la misma, justificando su predominante giba y la disposición elevada de la cola. Junto a la figura, se dibujaron otros bisontes de la misma tonalidad y estilo. La determinación cronocultural del bisonte, proviene de un canto decorado con un posible felino o bisonte -según el autorcuya línea cérvico dorsal, muestra una gran similitud. El canto fue recuperado en un suelo de habitación asignado al Gravetiense y situado en la boca de El Castillo.
4. Cueva: El Castillo. Galería de los D iscos (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al menos 20.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Dibujo a lápiz
Pigmento: Óxido de hierro
Motivo: Mamut - Elefante
Descripción: En un espacio de tránsito y a la altura de los ojos, se dibujó la trompa, el contorno de la cabeza, la línea cérvico dorsal, el vientre, la extremidad superior e inferior y la cola, ligeramente levantada del animal. El relieve natural de la roca marca la línea del suelo por el que discurre. Destaca la ausencia de defensas o colmillos y la carencia de una protuberante giba, lo que indica su condición como cría. El animal, representado en una fase climática fría, confirma su presencia en la cornisa cantábrica, en donde apenas existen evidencias artísticas de esta especie, más habituales en el Centro y Este europeo.
5. Cueva: El Castillo. Rincón de los tectiformes (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al menos 20.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Tamponado discontinuo aplicado con el dedo o una muñequilla
Pigmento: Óxido de hierro y agua
Motivo: Signo
Descripción: En un espacio apartado y de reducidas dimensiones, junto al panel de las manos, se ubica el rincón de los tectiformes. Este lugar contiene una sublime concentración de signos, en un estado de conservación excepcional. Algunos tienen forma rectangular. Otros como el de la imagen están formados por líneas paralelas de puntos, discontinuos entre sí, y realizados con el dedo o una muñequilla cargada de pigmento rojo. La orografía del lugar obliga al espectador, a tumbarse boca arriba sobre una roca caliza para su correcta visualización. A este tipo de signos, se le ha otorgado un significado chamánico o religioso, dentro de la vida espiritual del grupo. Incluso, la sucesión de puntos ha sido interpretada como medida numérica o de tiempo. La representación de signos es una prueba irrefutable de la capacidad innata del ser humano de transmitir ideas, a través de concepciones abstractas.
6. Cueva: La Pasiega. Sector A. Galería final (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al menos 20.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Dibujo tamponado, yuxtapuesto o discontinuo aplicado con el dedo o una muñequilla
Pigmento: Óxido de hierro
Motivo: Cabeza de caballo
Descripción: Situado en el tramo final de la Galería A, se ha dibujado mediante una línea de puntos yuxtapuestos o discontinuos entre sí: el pecho, la cabeza, el ojo, las orejas y la crin. El modo de dibujarlo, junto al aprovechamiento y adaptación de la imagen a la morfología natural del soporte rocoso, otorga al animal cierto grado de naturalismo y movimiento como: la presencia del hoyuelo, a través de una pequeña oquedad; la representación de las extremidades superiores, extendidas hacia adelante, y representadas a través del relieve natural del soporte, el alzado de las orejas, su pronunciada quijada; o la disposición de la crin mediante trazos de escaso recorrido y discontinuos entre sí. Su disposición hacia el interior de la galería parece invitar al espectador a proseguir su trayectoria, hacia un espacio caracterizado por la representación de decenas de animales y signos diversos que se suceden y yuxtaponen entre sí.
7. Cueva: Covalanas (Monte Pando, Ramales de la Victoria)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al menos 20.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Dibujo, tamponado, yuxtapuesto y discontinuo aplicado con el dedo o una muñequilla
Pigmento: Óxido de hierro y agua
Motivo: Uro
Descripción: Situado en una estrecha y alta galería, a 70m. de la entrada actual, se localiza este uro de generosas dimensiones. En él se ha representado mediante trazo puntuado: la cabeza, el ojo, los cuernos, la línea cérvico dorsal, el vientre y las cuatro extremidades. El aprovechamiento natural del soporte pétreo para marcar la línea del dorso y los cuartos traseros fue decisivo en la representación de esta especie, en este espacio. Los despieces ejecutados en el interior del animal como la quijada, la extremidad superior, o la doble línea del vientre; así como la disposición de las patas y la aparente actitud relajada y apacible del animal, en donde aparece olisqueando el suelo, delimitado por un resalte natural de la roca, bajo sus patas, dotan a la imagen de gran naturalismo y volumen. Los cuatro puntos marcados bajo el vientre, de significado desconocido y asociados al mismo, se constatan en otro uro a trazo tamponado, localizado en la Galería A de La Pasiega -a 60 km. de distancia-.
8. Cueva: Covalanas (Monte Pando, Ramales de la Victoria)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al menos 20.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Dibujo tamponado, yuxtapuesto y discontinuo aplicado con el dedo o una muñequilla
Pigmento: Óxido de hierro y agua
Motivo: Cierva
Descripción: Situado en un pequeño divertículo, anexo a la galería principal, se ha dibujado la cabeza, las orejas, un ojo, la línea cérvico dorsal, la cola, el vientre y las extremidades superiores e inferior de una cierva. Pese a la simplicidad del trazo y la ausencia de rasgos anatómicos, la disposición de la cabeza, ligeramente elevada, las extremidades superiores y las orejas en V otorgan al animal, cierta actitud de cautela. La cierva es el tema más representado en esta cueva que contiene 18 ejemplos de esta especie. La concentración y distribución de las pinturas en un sector determinado de la cueva, el reducido número de las mismas y la homogeneidad técnica y estilística, sugieren la sincronía de todo el conjunto. La inexistencia de suelos de habitación en la boca, y el reducido espacio donde se encuentran, revelan que pudo tener carácter de santuario, restringido a un número reducido de personas.
9. Cueva: El Pendo (barrio Churi, Escobedo de Camargo)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al menos 20.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Dibujo tamponado aplicado con el dedo o una muñequilla, y en tinta plana aplicado con la palma de la mano
Pigmento: Óxido de hierro y agua
Motivo: Cierva y caballo
Descripción: La cierva, de grandes proporciones, contiene la cabeza, las orejas en V, un ojo, la línea cérvico dorsal, el vientre, la cola y las cuatro extremidades. En su interior, el cuello fue pintado por la técnica de tamponado, mientras que el resto -a tinta plana- fue coloreado, extendiendo la mezcla con la palma de la mano. El vaciado interior del vientre, es intencional, aportando al animal un mayor volumen. El caballo, de dimensiones menores, contiene la cabeza, la línea de la crin, la línea cérvico dorsal, parte del vientre y las extremidades superiores. Ambos están situados en un friso de 25m. de longitud que contiene 19 pinturas, y ambos son visibles desde el área de habitación de la cueva. En su mayoría son ciervas de trazo tamponado o tinta plana. Estas últimas, se muestran en actitud de alerta, olisqueando o huyendo, creando cierta interacción con la persona que las observa.
10. Cueva: Chufín (Riclones, Rionansa)
Periodo: Gravetiense-Solutrense. Al menos 20.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Gravado inciso con buril
Motivo: Ciervo
Descripción: Situado en el vestíbulo, e iluminado por luz natural, se localiza sobre los suelos de habitación, asignados al Solutrense (22.000-20.000 años), este ciervo compuesto por tres líneas grabadas que constituyen: la línea cérvico dorsal, la línea naso frontal, y la línea del pecho. Sobre su cabeza, un profundo surco representa la cornamenta que determina su sexo. La imagen trilineal se repite y superpone constantemente en el mismo panel, en donde predomina la figura de la cierva. Pese a la carencia de detalles, y la aparente simplicidad y esquematización de la imagen, muestra cierto naturalismo, en la disposición elevada de la cabeza, la representación del ojo y la comisura de la boca, en actitud de berrea. Pese a existir otros ejemplos en Cantabria, es en el Valle del Nalón (Asturias) donde aparecen numerosos ejemplos de este tipo. Todos ellos situados en abrigos, covachos y cavidades, en donde alcanza la luz natural.
11. Cueva: Hornos de la Peña (Tarriba, San Felices de Buelna)
Periodo: Solutrense-Magdaleniense inferior. Entre 22.000-17.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Gravado inciso con buril
Motivo: Antropomorfo
Descripción: Situado en un espacio reducido y recóndito, ubicado al final de la cavidad, se encuentra esta imagen humana con caracteres faunísticos. La disposición de la cabeza -elevada y sin bello-, la línea de la espalda -arqueada-, la pierna -ligeramente flexionada- o el brazo -elevado-, revelan una actitud orante o chamánica, vinculada con la vida espiritual del grupo. La forma de la cabeza y la representación de una larga cola bajo el pubis, le otorga rasgos animalísticos, habiéndose asignado a la posible vestimenta del individuo en un acto ritual. La orografía del lugar obliga al espectador a adquirir cierta posición fetal para su correcta visualización. El reducido espacio donde se encuentra, restringe el acceso a un grupo muy reducido de personas, habiéndole atribuido cierto carácter privado, reservado a personas concretas del grupo, un momento determinado de la vida o simplemente a un grupo reducido de personas, independientemente de su rango o edad.
12. Cueva: El Castillo (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense inferior. Entre 18.000-16.000 años (asignación cronocultural)
Técnica: Gravado inciso y estriado con buril
Motivo: Cabeza de cierva
Descripción: Situada en un pequeño saliente de la roca, en la primera sala de la cavidad, se localiza esta cabeza de cierva, con las orejas erguidas, el ojo dotado de lagrimal, la abertura nasal, la comisura de la boca y un profundo surco entre el ojo y las orejas que recuerda al hueso frontal. El espacio natural donde se encuentra, revela la intención de representar sólo la cabeza. Pese a ello, la figura muestra gran destreza en el conocimiento anatómico del animal, dotando a la imagen de gran realismo y cierto volumen, gracias a los numerosos surcos, de diversa disposición, efectuados en el interior del mismo. Los 33 ejemplos de este tipo, en escapulas de cérvido, recuperadas en niveles de habitación, situados en el vestíbulo de El Castillo y asociados al Magdaleniense inferior, asignan a este grabado a dicho periodo. La similitud técnica, estilística y artística entre las ciervas representadas en las escapulas con las documentadas en el interior de la cavidad, han llegado a interpretase como bocetos -previos- a la realización de este tipo de grafías en el interior de la cueva.
13. Cueva: Las Chimeneas (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense inferior. 15.500 años (C14)
Técnica: Dibujo con carboncillo
Pigmento: Carbón vegetal
Motivo: Ciervos
Descripción: En un pequeño y apartado divertículo, situado al fondo de la cavidad, de acceso angosto y excelente sonoridad, se dibujaron estos dos ciervos, contiguos a otros tres. El primero, situado sobre el segundo, es un macho joven por el desarrollo de las cuernas. Contiene la cabeza, la línea cérvico dorsal, ventral, y las extremidades superiores e inferior. Por debajo de éste, se sitúa un ciervo de mayor edad, cuya prominente cuerna, de la que sobresalen numerosas puntas, llama la atención. La figura, incompleta, por el espacio donde se dibujó, tiene representada la línea del pecho, parte de la quijada, la línea naso frontal y cérvico dorsal. Ambos ciervos presentan la línea naso frontal sin cerrar, al igual que el resto de los ciervos representados en esta sala, pero a diferencia de éstos últimos, se ha representado el ojo, dotado de lagrimal. Este rasgo proporciona cierto dinamismo a ambos dibujos, con proporciones y atributos escasamente anatómicos, pero de gran destreza artística en la ejecución del trazo. Los cinco ciervos, de diferente edad por el progreso de las cuernas, parecen una rememoración al paso ineludible del tiempo mediante las etapas de la vida.
14. Cueva: Las Chimeneas (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense inferior. 15.500 años
Técnica: Dibujo con carboncillo
Pigmento: Carbón vegetal
Motivo: Cabeza de caballo
Descripción: Oculto en una pequeña oquedad, al final de la cavidad, se sitúa esta cabeza de dimensiones modestas, constituida por la línea del pecho, una pronunciada quijada, la zona labial y el hocico, seguida de la línea frontal, las orejas y la línea de la crinera. Destaca el desproporcionado grosor de su cuello que otorga fuerza a la figura, y la representación de tres orejas por medio de tres líneas, pudiendo aludir al movimiento natural de una de ellas. Pese a carecer de rasgos anatómicos internos como el ojo o el pelaje de la crin, el animal presenta un eminente realismo, a través del trazo sinuoso de su contorno, mostrando las dotes artísticas y el excelente conocimiento anatómico del animal por parte de quien lo ejecuta. Por su ubicación, cercana a un vértice natural de la roca, existe una clara intencionalidad -desde el principio- de representar solo la cabeza.
15. Cueva: Altamira (Santillana del Mar)
Periodo: Magdaleniense medio. 14.500 años (C14)
Técnica: Dibujado a carboncillo, pintado con óxido de hierro, grabado simple y contorno múltiple con buril
Pigmento: Carbón vegetal – Óxido de hierro
Motivo: Bisonte
Descripción: Situado en el gran techo de Altamira, se pintó este majestuoso bisonte recostado, distintivo del arte rupestre paleolítico en la cornisa cantábrica. Aprovecha y se adapta a la forma de un saliente natural del techo que dota al animal de cierta masividad. Utilizando diversas técnicas y colorantes minerales, se dibujó la cabeza, el ojo, los cuernos, una amplia y modulada línea cérvico dorsal, la cola alzada y dotada de pelaje por mediación de una serie de líneas, paralelas entre sí y, las dos extremidades inferiores y la superior, plegadas con todo tipo de detalles como las pezuñas. Los cuernos, la grupa y la cola son las únicas partes que sobresalen del saliente rocoso. De hecho, la giba se marca en negro para ampliar y resaltar su volumen. La técnica utilizada es diversa, los cuernos y la grupa están grabados con un buril, al igual que las partes esenciales del animal, completándose con el dibujado a carboncillo del contorno y de los principales rasgos anatómicos del interior. En torno a las líneas negras se elaboró un raspado parcial que realza la figura. El óxido de hierro, extendido con la palma de la mano, cubre casi todo el interior del animal, sin acercarse a la línea negra, ni a las zonas raspadas, confiriéndole una tonalidad rojiza que le otorga gran viveza.
16. Cueva: El Castillo (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense medio. 13.500 años (C14)
Técnica: Dibujo con carboncillo
Pigmento: Carbón vegetal
Motivo: Bisonte
Descripción: Situado en un espacio reducido y apartado, a la derecha del panel de las manos, se dibujó encuadrado en un soporte plano: la cabeza, el ojo -de gran expresividad-, los cuernos plegados hacia atrás, la línea naso frontal, el hocico -representado mediante un orificio-, la comisura de la boca, la barbilla, el pelaje del cuello, la extremidad superior, la línea del vientre y, por último, la línea cérvido dorsal a doble trazo. El animal, incompleto, sobretodo en su parte inferior, a causa del desprendimiento paulatino del carbón por el paso del tiempo, muestra una gran similitud con los bisontes representados en cuevas a 600 km de distancia como Niaux o Tuc d’Audoubert (Midi-Pyrenees, Francia). La existencia de este tipo de bisontes en Cantabria, justifica la función de agregación que tenían las bocas de las cuevas entre grupos de población disperso, con objeto de intercambiar información, presentes y población, reforzándose así, los lazos de consanguineidad entre los mismos. Estos encuentros favorecieron, a su vez, el tránsito interior por las cuevas, propiciando la actividad artística efectuada en el interior de las mismas.
17.Cueva: Las Monedas (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense superior-final. 11.500 años (C14)
Técnica: Dibujo con carboncillo
Pigmento: Carbón vegetal
Motivo: Reno
Descripción: Situado en un estrecho y apartado corredor, pero cercano a la entrada actual de la cueva, se localiza este reno, asociado a un pequeño conjunto de dibujos en carboncillo, formado por animales de clima frío como caballos, cabras, un bisonte y un oso. El reno, en disposición oblicua, muestra las dos cuernas proyectadas hacia arriba, la cabeza, el ojo, una oreja, la comisura de la boca, la librea del pecho, representado por un haz de líneas, paralelas entre sí, la extremidad superior e inferiores, la cola elevada y la línea cérvico dorsal. El contorno del cuerpo o ciertos detalles anatómicos internos como el pelaje del cuello, pese a la falta de masividad en las patas o la carencia del vientre, dotan al animal de gran dinamismo y expresividad. El reno es escasamente representado en la cornisa cantábrica, a diferencia del resto de Europa, justificándose su presencia en esta región como consecuencia de un repunte glacial frío en el momento que fue dibujado.
18. Cueva: Las Monedas (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense superior-final. 11.500 años
Técnica: Dibujo con carboncillo
Pigmento: Carbón vegetal
Motivo: Cabra – Caprino
Descripción: Situado en un pequeño y estrecho corredor, cercano a la entrada actual de la cueva, se localiza esta cabra, asociada a un conjunto menor de dibujos en carboncillo formado por animales de clima frío como caballos, renos, un bisonte y un oso. La cabeza, con abundancia de rasgos anatómicos, muestra un cuerno, la oreja, el ojo, el hocico y la comisura de la boca, seguido de la línea del pecho, el vientre y los cuartos traseros, en forma de Y, acompañado de un despiece interno que marca el ángulo inguinal, la cola baja, y finalmente, la línea cérvico dorsal, de mayor espesor en la parte media, proporcionando un mayor volumen. Carece de extremidad superior y el segundo cuerno parece estar representado por un pequeño resalte en la roca. El trazo fino pero certero realizado con un carboncillo, indica gran destreza en el dibujo y el conocimiento anatómico del animal, de gran realismo y viveza. La inexistencia de niveles de habitación en la cueva, señalan su uso como santuario por las poblaciones que en ese momento habitaron El Castillo - a 650m de distancia -.
19. Cueva: Las Monedas (Monte Castillo, Puente Viesgo)
Periodo: Magdaleniense superior-final. 11.500 años
Técnica: Dibujo con carboncillo
Pigmento: Carbón vegetal
Motivo: Cabeza de bóvido
Descripción: Situado en un pequeña sala, dotada de una buena acústica, contigua pero apartada del paso natural hacia el interior de la cueva, se localiza esta representación que, pese a la aparente sencillez del dibujo, es un claro ejemplo del aprovechamiento de un saliente rocoso, cuya forma recuerda la cabeza de un bóvido. Sobre el soporte petreo se representó, con un lápiz de carbón, un círculo a modo de ojo y una línea que representa la abertura del hocico. La circulación natural de agua, sobre la superficie rocosa hacia su vértice inferior, parece dotar al animal de vida, al humedecer la parte donde se sitúa el hocico y la boca. La apariencia fría e inerte de la roca cambia cuando se ilumina con una lámpara de tuétano por la calidez de la luz y el movimiento de las sombras. Este tipo de representaciones se denominan “máscaras” y son habituales al final del Paleolítico superior.